La alfalfa puede consumirse en forma fresca, ensilada, henificada o deshidratada. Estos dos últimos procesos son los únicos de interés para la industria de piensos. Las alfalfas pueden comercializarse en forma de pacas, cubos o gránulos. La granulación favorece su manipulación, pero reduce su proporción de fibra efectiva. La mejor manera es en pacas.

La paja de cereal más abundante en España por la extensión de su área de cultivo y su facilidad de recolección son las de trigo y cebada. Ambas tienen una composición similar, siendo el valor energético algo superior en la cebada. A pesar de su bajo valor nutritivo, la paja puede constituir una elevada proporción (hasta un 70%) de dietas de mantenimiento de rumiantes extensivos. En estos casos, debe complementarse con fuentes de energía y proteína y con un corrector vitamínico-mineral para evitar una pérdida excesiva de peso.